domingo, 27 de mayo de 2007

Locura medieval de un amor en soledad.

_Altísimos dioses de los confines del universo, aquí me tenéis...agonizando y muerto de dolor, pues en la noche me habéis arrebatado al lucero de mi vida, me habéis quitado, en una puesta de sol, a la dama más hermosa de todos los rincones conocidos y por conocer de un universo sin sentido para mi. Pues moriré lentamente en la lejana obscuridad del vacío que ha dejado su partida en mí. Y creedme, nobles dioses de mundos intermedios, que sin ella nada quedará de mí, porque le he entregado cada átomo de mi ser, cada respiro, cada gota de amor que ha rodado por mis labios; gotas mágicas y divinas que han nacido en mi alma con el único fin de que reposen en su piel y allí mueran para dar vida, así, al amor más profundo y eterno que haya existido.

_Pero vosotros, crueles y viles criaturas,¿no os dais cuenta que sin ella yo no vivo...que ha sido y será el cielo de mis ojos, el agua elemental para mi cuerpo sediento de su amor, el laberinto encantado en el que quisiera yo perderme eternamente?...pero si no tenéis corazon...desalmados...a vosotros os digo, torturadme, dejadme sin alimento...de nada servirá si a su lado estoy...pero no la alejéis ya de mí...os ruego por lo que más quierais...haré lo que me pidáis, cruzaré el mundo descalzo si así lo preferís, nadaré por todos los anchos mares, dejadme en la tempestad de un océano en la noche...hasta mi vida os ofrezco...pero es que así ya nada tiene sentido.¿o no veis que de nada sirvo?

_Oh...si pudiera ella escuchar como late un corazón desesperado y entristecido...oh, si pudiera ella ver mis lágrimas caer por el vacío que dentro llevo.

_Pero tan lejana está de mí...que triste iré muriéndome, amándola ...hasta el fin.

jueves, 10 de mayo de 2007

Confesiones de tu adios.


No te escribo más que por contarte sin querer que me respondas...prefiero que lo
evites. Han pasado algunos dias similares a la noche, y otros muchos de
esos que no encuentran los motivos de existencia. Han caido varias lluvias desde
el cielo y otras tantas de mis ojos. El por qué ya lo sabrás...o quizás deba
contarlo?...se llama soledad.


Lo cierto es que la he conocido en tu partida...recordas? Diluviaba por
dentro...sí, como cuando hace años, en el coincidir de la avenida, te me
ibas, y confiezo que empezaba a sufrir tus despedidas...


No te escribo más que por contarte que aun no olvido tus palabras...y en
ataques de tristeza, las disparo al viento...por si acaso te
alcanzase...por si acaso has olvidado...aquello de los duendes y las hadas,
de las almas a modo de luces resplandeciendo, de los mitos que no eran más que puras realidades, de la luna que vendria, del hadita que encontrariamos en el rito de acercarnos a lo perfecto.


No te escribo más que por contarte, mujer...que cuando me dispongo por las
noches a soñar...mi único sueño aun...es que quieras regresar...